lunes, 21 de julio de 2014

El Congal



Kumbala... La maldita vecindad
El baile y el salón... café tacuba
Fué en un cabaret... La sonora Santanera

Los Congales son esos lugares prohibidos, disfrazados de Salones de Baile que abundan en la hermosa Ciudad de México, cuyas historias trágicas, divertidas, sencillas, dolorosas...dan para escribir un libro o más, películas varias, retratos mil, pero siempre queda lugar para una más, para contar una anécdota más.

 "Salón La Estrella" plena avenida Lázaro Cárdenas, el eje central de esta ciudad .. 9:30 pm llega El, el bailador, Don Angel, un figurín de pies a cabeza, un hombre trabajador y honesto, de 50 años,casado, pero  aficionado al baile.

Lo veían  llegar Martha y Berenice hermanas ambas, muy guapas cada una a su manera. Martha alta, morena clara, con ojos cafés, de hermoso cuerpo y de 25 años, vestida con una minifalda negra y un top negro con una blusa transparente negra y tacones negros, muy bien arreglada. La otra, Berenice, de 22 años blanca, ojos café claro, más bajita, menos curvas, delgada.  pero una cara hermosa ataviada con un corset negro y un pantalón rojo, zapatillas rojas.

Las 2 trabajando ahí parte como bailarinas, parte como damas de compañía, para mantener el costoso tratamiento de Leucemia a su hermana menor, Diana. La pobreza en la que se encontraban, más su escasa educación dieron como resultado esto.

Las dos al ver  a Don Angel, dejaban a sus clientes, por recibir siempre a su preferido, al que daba buenas propinas, bailaba rico y les hablaba con amor y cariño. Sin pasar más allá, siempre correcto y servicial, siendo diferente a los demás, que las veía como hermosas criaturas, enamorado de las 2 y de ninguna.

-Mi amor, baila conmigo primero.. decía Martha
-No, primero conmigo, Mi amor.. decía Berenice

Don Angel estaba entre 2 mujeres y con las 2 podía, claro, bailar una buena salsa, cumbia o romántica. Lo que tocara el conjunto de la noche.

Le gustaba Martha porque podía ver sus ojos, sentir su cintura, su cadera, podía quedar un poquito abajo de ella y verla como su estatua con vida, una chica muy risueña, muy con chispa a pesar de ser madre soltera y tener que ganar trabajar ahi, para mantener a su hija y el drama de su hermana menor.

-Gracias Marthita, bailas delicioso, como siempre
-Mi Amor, págame la ficha, anda son 25 pesos

Mismos que paga sin problema Don Angel al mesero, Berenice se acerca quitándolo del brazo a su hermana

-Mi amor, sigo yo, dale, una canción... mira que yo te esperé
-Si Berenice, vamos a bailar ya.

Le gustaba Berenice, era más a su estatura, más seria y callada, pero con él sonreía y platicaba, le veía a los ojos y se pegaba a él sin disimulo, le apretaba sus manos, le veía con ternura, le contaba que ella si hubiera estudiado más, pero que la enfermedad de su hermana pequeña, había separado mucho a la familia... era una belleza triste pero que con él tomaba vida.

-Don Angel, acabó la pieza, ¿pudiera pagar mi ficha?
-Claro Berenice, claro que si, sacando la billetera llena y sin problema.

-Mesero, una botella de Whisky del mejor
-Buchanas 18 años, Don Angel
-Y te pago la presencia de las damas en la mesa, sacando un billete de 500 pesos

-Verdad chicas que se quedarán conmigo a tomar?
-Si Mi Amor dijo Martha, yo si, esa botella y una coca cola
-Si, yo también, un vasito con hielos si?
Dirigiéndose al mesero los 3.

Juntos han disfrutado buenos momentos, muchisimas fichas y varias botellas

Don Angel está encariñado con las 2, al grado, de esperarlas después del trabajo, oliendo el carro a tabaco, alcohol, jabón rosa venus y a ellas, comparten en ese carro arrumacos besos y caricias no tan santas, o Martha o Berenice, la que le toque adelante junto a él.

Se llega el Sábado, Berenice va sola al Congal, Martha se ha quedado con un cliente que la va a sacar de fichar, pero ella espera por él.

Don Angel es conocido por el cadenero, que en cuanto lo ve, le deja pasar y el capitán al reconocerlo, le pasa de inmediato, mesa central frente al escenario. Busca con las miradas a sus muchachas, pero solo se acerca Berenice, él no dice nada, entiende sin palabras la ausencia.

Ella le mira, le pide bailar y él accede, como siempre a bailar con su chica favorita, la ve algo distinta, con una mirada con un brillo especial

-Mi amor, vamos a bailar, anda si?
-Claro Preciosa, vamos.

Lo que sigue solo ellos lo saben, de lejos solo se ve, que ella le habla al oído  y él se ve quieto, sin moverse mucho. Se van a sentar

-Que desea tomar el caballero... dijo el Mesero
-A ella lo que desee, yo solo un caballito de Tequila

-Cuanto por tomarte conmigo esta copa, Bonita
-250 pesos para ti, Mi Amor

Les han traído las bebidas y quedan solo los dos, cara a cara.

Berenice le ha declarado su amor, su disposición para ir a lo que sea con él. Le da una y mil razones del porqué siente que lo ama y que no es un juego, no para ella, que la diferencia de edades no es nada, que no es por dinero ni interés, solo amor.

Don Angel la escucha, le toma la mano, le besa la mano pero le dice "te has equivocado de momento y de lugar, de vida y de tiempo Preciosa".

El paga, deja propina y se va

Ella se queda ahí, sentada sin volver a bailar ese sábado más, mañana ya sería otro día.

3:00 am
El locutor avisa con el micrófono que ha quitado de los del Conjunto Musical, en el escenario.

"Señores y damas que los acompañan, se acabó el amor fingido, ya cerramos"

Maryanne

12 comentarios:

  1. Es una linda recreación de lo que pasa en la ciudad de México, una de tantas miles de historias Reales.
    Angel

    ResponderEliminar
  2. Gracias por su opinión! Espero que siga encontrando algo agradable en el blog. Un abrazo Maryanne

    ResponderEliminar
  3. Al fin llega la hora, y el animador de la noche no hace esperar con su frase: "Señores y señoras, se acabó el amor fingido" muchas gracias por todo, les deseo mucha suerte 1-8-14.
    Angel

    ResponderEliminar
  4. Muchas Gracias Angel
    Me pareció una frase hermosa y perfecta. Llena de ironía y humor negro, justo como debe ser un ambiente de congal.
    Llueve afuera y adentro, vaya mes de Agosto
    Un abrazo y gracias por seguir en el blog
    Maryanne

    ResponderEliminar
  5. Angel y Serafín de 12 y 11 años (hermanos) llevan tiempo planeando asistir al estadio Azteca, fueron mucho los esfuerzos que hicieron a escondidas de su madre pero que al final habrá valido el esfuerzo.
    Después de vender globos, paletas de hielo, bolear zapatos, al fin hicieron su ronchita para ese cometido, no era nada fácil pues el trayecto en el transporte significaban casi dos horas, pero no era obstáculo para ellos.
    Llegó el día esperado, y abordaron un autobús que pasaba por muchas colonias suburbanas y se dirigía finalmente a la estación del metro candelaria, para abordar el metro bajarse en la estación Pino Suárez y tomar la línea Tacuba-Tasqueña, con dirección a ésta última y abordar el tren ligero que los dejaría frente al estadio, antes de abordar sacaron el dinero de la bolsa de sus pantalones, se dieron cuenta que los recursos eran limitados, así que tomaron una decisión rápida, no había otra que pegarse de mosca en la parte trasera del trolebús, su ´pícara e inocencia que les daba para analizar lo peligroso que ello representaba, solo el sentir que era una aventura que no olvidarían.
    Por fin llegaron a su objetivo, la expresión al ver ese monstruo de concreto era sencillamente indescriptible, como un sueño, no lo podían creer, la felicidad no cabía en ellos.
    Ángel como hermano mayor le pidió a Serafín le diera el dinero que tenía en sus bolsillos, y éste sin chistar obedeció (lo respetaba), se dirigieron felices a ese gran monstruo, atravesaron la plancha sin pasar desapercibida la verbena que ahí se concentra en este tipo de espectáculos (comida, ropa deportiva, banderas, etc.)
    El hambre se hacía latente ante tan largo andar, preguntaron por las tortas, Dos pesos?
    Ángel le susurra a su hermano, esperemos a la salida Sera, te parece?
    Está bien hermano, como gustes.
    Continuará

    ResponderEliminar
  6. Bonita historia llena de ternura y cariño filial.
    Gracias por compartirlo, creo que nadie lo puede narrar mejor que Usted
    Un abrazo y Gracias por comentar en el blog
    Maryanne

    ResponderEliminar
  7. Ah, pero me gustaría su toque. Si es que se puede !

    ResponderEliminar
  8. Gracias por contarte parte de su anécdota.
    Creo que para hacer un post, necesitaría preguntar más detalles y me temo que no hay manera de contactarle ya, además siempre endulzo la historia y no quedaría tal cual fué.
    Lo felicito, escribe muy bien
    Gracias por seguir en el blog
    Maryanne

    ResponderEliminar
  9. Segunda parte:
    Nos dirigimos a la taquilla, vimos los precios, sacamos el dinero de los bolsillos, nos alcanza para los mas baras hermano, exclamé.
    Compramos dos boletos, el lugar, hasta lo más alto del estadio, en las cabeceras; nos entregaron los boletos, ya había iniciado el juego, y subimos las rampas a toda velocidad, íbamos eufóricos, gritando de emoción, llegamos a la entrada asignada, nos recogieron los boletos y corrimos como locos, llegamos a la entrada, vimos las entrañas de ese majestuoso monstruo de concreto, volteamos a vernos, nos pellizcamos, no lo podíamos creer, era maravilloso, como un cuento de hadas, así que entramos más aquietados volteando para todos lados, el verde de la cancha lucía como una gran alfombra.
    Tomamos asiento y nos percatamos que desde ahí se veía todo muy peque, vimos que una barda separaba la zona de abajo, vimos que no había vigilante y nos colgamos de la barda, dejándonos caer, estábamos en la zona de $ 10.00 cuando apenas pagamos $ 3.00, buscamos el mejor lugar en el centro de la cancha y vimos todo el primer tiempo muy felices.
    Cuando terminó el primer tiempo, nos dimos a la tarea de recorrer el perímetro del monstruo y cuando llegamos a la parte baja nos percatamos que no había vigilancia, así que nos acercamos, contamos y a las 3 corrimos hacia dentro del estadio, era impresionante, estábamos en la parte mas baja, como si fuera un sueño, ahí costaban $ 20.00, los más caros, buscamos lugar y terminamos de ver el juego, nos mirábamos emocionados, estábamos ahí.
    Cuando terminó el juego, ya nos crujían las tripas, apenas teníamos para el camión y nos sobraba un peso, al menos podíamos comprar dos tortas $0.50, aunque a decir verdad era lo de menos, intercambiábamos impresiones de inigualable aventura.
    Cuando llegamos a la plancha del estadio había muchos gritos ¡ Dos por una !.....
    Hermano ! que bueno que nos esperamos, Dos tortas por una, nos alcanza para dos. wowww, chocamos las manos y nos compramos esas ricas tortas !!!!
    Terminamos de comer y le dimos otra vuelta al estadio, queríamos conservar la imagen en nuestra cabecita, mientras se desvanecia la gente que había asistido, rato después nos dirigimos a la base del trolebús, había mucha gente, pero con audacia y picardía nos trepamos por una de las ventanas, yo lo empuje y ya adentro él me dio la mano, algunos nos miraban incrédulos, tenían rato formados.
    Llegamos al metro y nos dirigimos a la estación candelaria, algo tarde casi noche, ahí estaba la base del camión que nos llevaría a nuestro destino, nos formamos y ya estaba listo para partir, vimos que ya nadie de la fila subia al camión y mi hermano me dijo, vamos a subirnos, pero le dije esperemos el siguiente, con suerte y nos toca asiento.
    Ese solo fue el pretexto, pues adelante de la base había una bolita de mujeres de varias edades, de la vida alegre, esperando tal vez que algún parroquiano les comprara sus servicios, casi todas con top, minifalda que dejaba ver un pequeño triangulo que invitaba a lo desconocido, en eso Serafín exclama, con razón querías esperar el siguiente jajajajajajajaja, y yo cubriendo lo que era notorio, y le dije, ya está ahí el camión, ya ves que tenía razón?, nos vamos a ir sentados (eran dos horas de camino), nos subimos y pagamos, casi enseguida nos quedamos dormidos.
    Llegamos a casa muy cansados, creo que de tanta emoción fue casi como un SUEÑO.........algo inolvidable.
    (FIN)

    ResponderEliminar
  10. Gracias por su comentario.
    Hermosa anécdota, creo que no hay nada que agregar, ni quitar, creo que no podría hacer un post mejor que este. Muy dulce y suave. Escribe usted muy bien
    Gracias por seguir en el blog
    Maryanne

    ResponderEliminar
  11. Mariana:
    Revivir esos momentos endulzan el presente, gracias por recrearlos.
    Angel

    ResponderEliminar
  12. Gracias
    Me da gusto saber de usted !
    Mando un saludos a la ciudad de asfalto
    Maryanne

    ResponderEliminar

Te gustaría comentar algo, adelante. Las críticas también son bienvenidas.