Y me quitaba el brassiere todas las noches
abrazándolos y abrazandose
y se dió cuenta que era una mujer
Ya no era una niña quieta y obediente
Ya no era una jovencita insegura y rebelde
Ya no era una señora apagada y silente
Era una mujer libre que necesitaba ser feliz
curarse las heridas, sacar las culpas
tomar las riendas de su vida y sonreir
para sí misma
Maryanne
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