Mujer Rara. Contadora de historias inexistentes, viviendo vidas imaginarias.
viernes, 28 de noviembre de 2014
La rosa envenenada
Extasis... Azul Violeta
La rosa envenenada
Ella era aficionada a las rosas, teniendo ya una colección de rosales
solo le faltaba una rosa color negro, como la noche
de perfume peculiar y de firmes petalos dobles, de enormes rosas
En todos los viveros la buscaba, en los sencillos y en los especializados
hasta que le dijeron que esa rosa solo había en un solo lugar
que el precio era muy caro, a ella no le importaba el precio
podría darse el lujo de pagarlo, solo era cuestión de tener esa rosa especial
El viejo que se la envió en una caja de cristal -con agujeros para respirar-
le envió la nota: ¡Ten cuidado con lo que deseas, el precio es caro!
Al intentar pagarle, desapareció. Lo tomó a un obsequio exótico
La descubrió con sumo cuidado, la transplantó con tierra de tezontel
la abonó con humus orgánico, colocándole agua de poco a poco
estaba en un lugar especial del jardín, creado expresamente para esa rosa
poco a poco los retoños de sus hojas empezaron a surgir y los primeros
botones, ella les abonaba y cuidaba, dedicandoles tiempo
Al acercarse más, sus espinas se clavaron en su dedo índice de su mano derecha
la sangre brotó, sanando muy pronto, un pequeño rasguño era.
Así esa rosa pudo florecer y ella adorar ese perfume de la rosa
le fascinaban los botones y los esplandores de belleza que tenía
las cortaba -siempre sangrando un poco- pero no le importaba, eran sus rosas
¿Cómo iba a pensar ella, que ese perfume seducía a los hombres?
iban de uno a uno a visitarla, oliendo esa esencia y declarándole su amor
ella los veía uno a uno estupefacta, no les creía ni las palabras ni el sentimiento
los acompañaba a la puerta, sin promesa de verlos de nuevo
No entendía que pasaba con ella, ni aún teniendolo a él, se sentía enamorada
... La rosa envenenada "Ten cuidado con lo que deseas, el precio es caro!
Nadie era perfecto como su rosa, como su aroma y color
No la iban a entender como coleccionista de rosas ni como la mujer rara que era
se planteó a sí misma el hecho de deshacerse de su rosa maldita
Preferió quedarse con ella... era lo más perfecto que tenía y lo más hermoso
era ... como su corazón.
Maryanne
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te gustaría comentar algo, adelante. Las críticas también son bienvenidas.